Congregación: Sacerdote Diocesano
País: España
D. Julio falleció en la madrugada del día 15 de octubre de 2010.
Don Julio Navarro Panadero, sacerdote de Albacete por su origen y madrileño por su sacerdocio, fue también misionero en tierras de misión y en tierras madrileñas. En todos sitios, llevaba el ánimo, el afecto y el deseo de ser un sacerdote para todos.
Fue, sobre todo, una persona muy cercana a todos nosotros, porque siempre ha sido un sacerdote atento, afectuoso, piadoso y con gran sentido de la realidad. Pero todos le conocemos por don Julio. ¡Sí! Don Julio, un sacerdote mayor, pero lleno de vitalidad, que de forma escondida, silenciosa, ha marcado la vida de tantos: jóvenes, misioneros, religiosas, amigos, sacerdotes...
Su andar por este mundo comienza hace ya muchos años, por tierras albaceteñas. En el 1944 se ordena sacerdote en la Diócesis de Madrid y, a partir de ese momento, ¿qué ha hecho don Julio? Pues no mentimos si decimos que de todo. Ha sido coadjutor en la sierra madrileña, párroco de pueblo, profesor del Seminario, director espiritual del mismo, capellán y confesor de religiosas, misionero, Director del Secretariado Diocesano de Misiones (1973-1975)... Don Julio, ¿qué es lo que no ha sido Vd.?
Pero por encima de cargos, de cargas y de trabajos, que han sido muchos, está su dedicación por el prójimo. Eso sí que ha dejado huella en muchas personas que han pasado por su despacho.
Siempre estuvo aquí, en la Delegación, hasta su jubilación, con 90 años, en el año 2008; por ello le guardamos un grandísimo recuerdo.
D. Julio se jubiló... pero siguió haciendo tanto bien en los sacerdotes y seglares que vivían con él en la Residencia Sacerdotal de San Pedro. Sus visitas a los enfermos, su preocupación por los demás y, sobre todo, su oración contínua por todos y por todo. Por eso, desde esta Delegación y en nombre de quienes aquí trabajamos o venimos como colaboradores, de los misioneros y misioneras de Madrid que hay por el mundo o ya han vuelto: ¡Gracias, don Julio! ¡Todos nosotros le encomendamos y queremos!
Tras una vida entregada a Dios y a Iglesia, el Señor le ha convidado a entrar en el Reino para el que se estaba continuamente preparando y estaba continuamente preparándonos a los demás. Misionero en tierras de misión y en tierras madrileñas. En todos sitios, llevaba el ánimo, el afecto y el deseo de ser un sacerdote para todos. Desde estas páginas pedimos una oración por él y nos encomendamos a él. ¡Descanse en paz, don Julio!
La Capilla ardiente y Funeral corpore in sepulto tuvo lugar en el Monasterio de las RR. Oblatas de Xto. Sacerdote y fue enterrado en la Sacramental de San Isidro.
TESTIMONIOS DE UNIÓN EN EL DOLOR Y EN LA ORACIÓN...
"Muy estimados en el Señor:
Ya en Santander he recibido Madrid Misionero, y me ha saltado enseguida la noticia del fallecimiento de D. Julio Navarro. Las Salesianas misioneras de Madrid nos unimos al Consejo diocesano de Misiones en las oraciones de sufragio y en la gratitud que todos le debemos por su servicio de acogida e interés a cada misionera que llegaba, y esto durante tantos años.
Le recordamos con gusto, cariño y admiración. Nos estimulaba en el trabajo misionero y en nuestra vivencia en Cristo, él ya está en la vida y capacidad de interceder por nosotras y todas nuestras necesidades. Su recuerdo es un motivo fuerte de sentido en la vida misionera."- Concha Valcabado, Mis Hijas Mª Auxiliadora, Misionera en Paraguay.