Misionera en Argentina
Queridos amigos que colaboráis con la Obra Misionera de la Iglesia:
Soy una Carmelita Misionera de 80 años, de los cuales 53 llevo viviendo en América: Perú al comienzo (en el año 60 con 27 años) y más tarde en Argentina.
Sentí desde niña el llamado a las Misiones. Quería ir a África. Me mandaron a América y vine llena de ilusión donde sabía que el mismo Jesús me esperaba. Fui Docente muchos años, trabajando con jóvenes y siempre comprometiendo a los padres en la vivencia cristiana.
Cuando me jubilé, seguí trabajando con los adultos. Aún hoy, acompaño a cuatro Grupos de señoras, con las que semanalmente nos reunimos y compartimos nuestra Fe, conociendo la Biblia, trabajando los mensajes de la Iglesia (actualmente estamos viendo la "Lumen Fidei" de nuestro querido Papa Francisco), orando por todas las necesidades del mundo y de la Iglesia. Esta tarde, justamente, rezamos el Rosario Misionero, invocando a Santa Teresita del Niño Jesús, Patrona de las Misiones, y a María Reina de la Paz.
Como veis, un Misionero no se jubila jamás, pues siempre quedará la ORACIÓN, herramienta imprescindible para que el Mensaje llegue y transforme vidas. Le pido al Señor "unos añitos más de vida útil" para poder seguir anunciando lo hermoso que es acompañar a los demás en sus necesidades materiales, sí, pero sobre todo, espirituales. Rezad también vosotros por mí y por todos los Misioneros. Y ayudad con vuestro aporte económico, "hasta que os duela el bolsillo".
Un abrazo y mi recuerdo hecho oración.