Nos escribe el hno. Arístides Holgado Salvide, Comboniano

Misionero en Mozambique. Signos de Esperanza en un ambiente inmoral, humillante y mezquino

Hace casi un año que no escribo una palabra, por lo que pido disculpas. Anduve en muchas situaciones, entre ellas que cambié de comunidad con otras tareas más empeñativas y hasta que la gente se adapta, tardamos un poco, a estas edades...

Bueno, me quiero hacer presente con estas pocas letras, pues recibo cada mes vuestra hoja informativa, no obstante que aquí nos llega un mes después y tengo vergüenza, de recibir tantos cariños vuestros y yo sin responder, os pido perdón.

Aquí en la provincia de Nampula, Mozambique, la vida en general está mejorando, yo diría que mucho, pero claro, como siempre los beneficios son para los poderosos, mientras que los pobres están siempre en la miseria. Ahí decís que estáis en crisis hace un par de años, pues aquí llevamos 21 siglos de crisis y nadie se asusta... seguimos sobreviviendo. Aparecieron en estos últimos años, muchos recursos naturales: carbón, diamantes, gas, petróleo... y un larguísimo etcétera. Las multinacionales lo invaden todo y de cualquier manera, en condiciones increíblemente favorables, que evidentemente benefician a los miembros del gobierno, comenzando por el presidente. También se venden tierras al mejor postor sin ningún criterio, expulsando a los dueños naturales que heredaron las tierras de sus antepasados.

La corrupción está generalizada, no es tanto como en España, pero se aproxima mucho. Nadie se puede mover, ni puede avanzar, sin dar "propinas", a veces muy abultadas. En la Educación Pública, desde la escuela secundaria, que para aprobar, hay que dar dinero a los profesores o profesoras, para pasar de clase. Lo tienen peor las chicas, que tienen que ofrecer su cuerpo para tal. Pero lo peor es que ni padres, ni educadores, ni la misma chica, están preocupados con la moral, con la honestidad, lo importante es aprobar a cualquier precio, pasar de clase.

Si vamos a otros niveles, es lo mismo. Si un profesor que acabó la universidad, quiere colocarse en una escuela, tiene que pagar las "propinas", si no lo hace no le admiten. En este momento están en 10.000 meticales (250 Euros), una barbaridad para estas latitudes. Cuando los candidatos preguntan, cómo es tanto dinero, el susodicho responde, que hay que repartir entre varios. Por lo que se deduce que desde el director de la escuela, hasta el último de la fila, se benefician del negocio.

Si vamos a la Salud Pública, si estás internado en el hospital, ni te miran a la cara si no combinas de antemano el precio de los servicios de enfermeros, sirvientes, técnicos, etc., de médicos... no sé. Y aunque es dramático, pueden dejarte morir sin consideración, no les importa nada. Claro que estamos en una sociedad completamente pagana, aunque hay también muchos cristianos corruptos. Y no me quiero alargar más.

Yo estoy acompañando jóvenes, que están intentando abrirse camino en la vida, y es un drama. Las familias, son pobres, los padres no pueden ayudarles o simplemente no se preocupan de ellos. Encontrar casa un poco sólida, matrícula, libros, cuadernos, etc. es una gran dificultad, y sin una perra gorda... peor. Yo ayudo lo que puedo, pero con esta crisis europea, la cosa está fea y evidentemente las ayudas nunca llegan para todos.

Iré a Madrid a finales de abril, para revisiones médicas, estaré hasta finales de junio. Voy a ver si entre todos, familiares, amigos y bienhechores me dan una mano, para paliar simplemente esta pobreza muy generalizada. Es un gran sufrimiento no poder ayudar más... ¿y decís vosotros que estáis en crisis...? Daros una vuelta por aquí.

Nunca fui pesimista, sí muy realista y también se ven signos de esperanza, sobretodo en las comunidades cristianas, que aumentan sin parar, y entre algunos cristianos que se van concienciando de qué quiere decir ser cristiano... aunque repartir lo que tienen no está fácil.

Bueno, perdonarme este rollo, pero me ha servido, no sólo para comunicaros un poco de mi vida, sino para desahogarme con mucha confianza.

Un abrazo para todos los misioneros y misioneras, que luchan sin cansarse, a pesar de las muchas dificultades. (25/01/13)